Cuando decidimos abrir Pachatusantrek en el 2008, en pleno proceso de formalización de la empresa, tuvimos la oportunidad de atender a una clienta para una de nuestras caminatas favoritas por el Apu Ausangate. Sería la primera caminata oficial de Pachatusantrek y al Apu Ausangate todavía, realmente que honor.
El Apu Ausangate es una montaña sagrada ubicada al sur este de la ciudad del Cusco, haciendo un eje que cruza Cusco y conecta con otra montaña sagrada, el Apu Salkantay ubicado hacia el nor oeste. El Apu Ausangate es una montaña sagrada venerada con devoción por los pobladores de la zona de los andes del sur, considerándose como la montaña mayor, además de ser la montaña tutelar de la ciudad del Cusco.
La leyenda cuenta que Ausangati era un pastor de llamas, quién con sus hermanos Callancati y Ukunkati, también pastores de llamas, estaban llevando sus rebaños de camélidos desde el altiplano con dirección al valle del Cusco.
Durante el amanecer del solsticio de Diciembre, se celebra el Capac Raymi con la salida del sol por detrás de el Apu Ausangate; siendo una celebración de igual magnitud que la que sucede durante el solsticio de Junio, el mundialmente famoso Inti Raymi.
Los últimos párrafos solo fueron un poco de referencia para dimensionar el gran poder del Apu Ausangate.
Nuestra primera cliente a quién llamaremos cariñosamente M.L. es de Singapur y era la primera vez que hacia una caminata en su vida. Claro sin considerar que esta es una caminata de altura (campamentos a 4500 msnm; caminatas por los 4700 msnm y alcanzando abras de 5100 msnm), días largos, bastante fría y muy difícil. Todo un desafío.
Partimos de la ciudad de Cusco hacia el llamado Valle Sur, con dirección a nuestra primera parada en Tipon o Timpoj Puqio. Complejo de desarrollo agrícola, de manufactura Inca, donde destaca la simetría de sus andenes gigantes, fuentes y canales de agua. Hornacinas de triple jamba orientadas hacia el oeste; un canal de agua empedrado, petroglifo de una intrigante lagartija y rocas con tallados de espirales en la cumbre del cerro Cruzmoqo, donde se encuentra un importante sitio sagrado de los Incas.
El siguiente sitio arqueológico que visitamos fue Pikillaqta, asentamiento pre Inca que se estima albergó a una población de 10 mil habitantes aproximadamente y que fue abandonado dejándolo "listo" para cuando regresaran los Wari, grupo étnico que se desarrollo en este asentamiento. Al concluir esta visita, continuamos nuestro camino hasta el sector de Urcos, donde almorzamos. La trucha estuvo deliciosa.......
Después de almuerzo continuamos conduciendo, esta vez ya sin paradas en el camino, a excepción del mirador del Ausangate, él cual se divisa majestuoso a la distancia. Una hora más en automóvil y llegaríamos al poblado de Tinki, exactamente a la Hacienda del mismo nombre, a 3816 msnm. Instalamos el campamento y todo quedó listo para descansar hasta la hora de la cena.
Un paréntesis para comentar que este viaje lo iniciamos el 19 de junio del 2008, justo durante el solsticio de invierno / junio, época precisa para la observación de la vía láctea y sus constelaciones entre estrellas y también en las sombras que proyecta el vacío entre las estrellas.
Terminada la cena, al salir de la carpa comedor, levantamos nuestra vista al cielo nocturno que nos regalaba una de las vistas más alucinantes que hemos podido observar. Identificamos con facilidad constelaciones como la Cruz del Sur, Alfa y Beta Centauri, Cinturón de Orión, Escorpio; y vimos de manera extraordinaria las sombras de la Vía Láctea, las Llamas, la Perdíz, el Pastor, el Zorro; en fin, todo el arco de estrellas y sombras reflejado por el Río Sagrado Celestial de los Incas.
Mientras observábamos el firmamento nocturno, nuestros compañeros Teo, Froilán y Domingo habían preparado una pequeña ofrenda para la Pachamama y el Apu Ausangate. Fue un momento muy especial cuando tomamos nuestro "Qintu", y lo ofrecimos junto a nuestros buenos deseos al espíritu de la tierra y al de la montaña. Toda la ceremonia la dirigía Don Domingo, nacido en las inmediaciones del Apu Ausangate y el de mayor edad entre todos nosotros, tenía la autoridad para realizar el ritual. Esta ofrenda era muy especial, pues contenía nuestras más altas esperanzas como seres humanos y también pedíamos por la prosperidad de nuestros proyectos. M.L. se sintió honrada y agradecida por haberla acogido en una ceremonia tan especial. Nos fuimos a descansar con un sentimiento de mucha paz y tranquilidad, ya estábamos listos para iniciar nuestra caminata en las tierras altas, ".......con la protección de la Pachamama y el permiso de los Apus......."
Después de un buen descanso y de haber desayunado, es que dejamos la Hacienda Tinki para iniciar nuestra caminata por el Ausangate. La mañana con cielo despejado nos dejaba ver lo magnifico y majestuoso que es este nevado, y casi todo el día lo teníamos al frente. Este día creo yo es el de más fácil recorrido pues el sendero mantiene una pendiente bastante suave, pero siempre cuesta arriba. Luego de un breve pero delicioso almuerzo, continuamos hasta el sector de Upis, donde levantamos nuestro campamento en las faldas del nevado.......una vista espectacular!!!. Esa tarde tuvimos tiempo para caminar por los alrededores del campamento e ir a los baños termales, a disfrutar de un reparador baño de agua caliente.
Los siguientes días de caminata serían los más fuertes, pues caminaríamos y dormiríamos a mayor altura. Ahora empezaba el desafío. Y cuando hablamos de desafío, no sólo es el físico, si no el personal también; y porque no, el desafío espiritual ya que caminamos en medio de divinidades andinas. Estábamos en medio del camino hacia un logro personal importante.
Dejamos nuestro campamento después del desayuno con el mejor ánimo, ya que el brillo solar sobre nuestros rostros dibujaba sonrisas. Mientras caminábamos bajo la atenta mirada del Apu Ausangate, bajo nuestros pies el sendero se hacia más y más empinado, lo cual nos advertía de la dificultad de las tierras altas. El primer desafío se nos presentó con el nombre de Abra Arapa, paso de altura ubicada sobre los 4759 msnm. Ya en el punto más alto del abra, nos tomamos un descanso para recuperar el aliento, pues el camino y el paisaje lo tomaron prestado por un momento. Recorriendo este paso entre las montañas nos maravillaba la fuerza del paisaje, donde los glaciares estratos del Ausangate nos obligaban a levantar la vista continuamente. La gradiente del sendero en la sección de el Abra es el famoso "plano peruano", terminología que hizo gracia a M.L., pues el sendero es irregular pero bastante sencillo. Por supuesto que la altura siempre causa sus dificultades.
Después del Abra Arapa, empezamos el camino de cuesta abajo para encontramos con dos pastoras de alpacas y llamas y su grupo de animales que estaban descansando en un paraje desolado de nuestras serranías. Estábamos en las tierras altas, entre el cielo y lagunas de color turquesa, un lugar que realmente invita al descanso. Dejamos a las pastoras , no sin antes haberles regalado un poco de hojas de Coca, para seguir nuestro camino hasta el sector de Pukacocha, donde nos esperan Teo y Froilán con el almuerzo listo.
Ya comidos y descansados, continuamos nuestro caminar hacia nuestro segundo desafío del día con el nombre de Abra Ausangate a 4872 msnm, ubicada a mayor altura que Arapa. Bueno pues, había que pasar por ahí para llegar a nuestro siguiente campamento, y no nos quedaba más que avanzar. La luz del sol al atardecer por entre las nubes, reflejada en las lagunas, grupos de llamas y alpacas pasteando por el lugar, el viento que nos susurraba al oído. Todo esto hacia más que un paisaje óptico; el placer no solo era para la vista, lo era también para el alma. Luego del Abra Ausangate, bajamos por fin a nuestro campamento en Ausangatecocha. Esta es una laguna espectacular a 4663 msnm, donde el glaciar alcanza el nivel del agua.
Había sido un día largo y agotador, así que luego de tomar nuestros alimentos, nos fuimos a descansar. Creo que lo merecíamos.
Las condiciones estaban dadas para afrontar nuestro tercer día por el Ausangate. Bien descansados y desayunados, es que partimos hacia el Abra Palomani a 5130 msnm. El punto más alto de nuestra caminata. La distancia no era muy larga ya que solo nos separaban 3 Km desde el campamento hasta el abra. Aquí, nuevamente la altura nos hizo sentir lo exigente que es caminar en las tierras altas. Muy cerca al cielo, Palomani nos ofrecía una vista espectacular, reconocíamos montañas como el Solimani que es una montaña temida por los pastores de las alturas. Como todo lo que sube tiene que bajar, empezamos el camino hacia tierras más bajas donde poder disfrutar de nuestro almuerzo. Desde el camino se puede divisar el fondo del valle donde los rebaños de alpacas y llamas pastaban en medio de una tranquilidad abrumadora.
Pasamos por Huchuy Phinaya, donde en la divisoria de caminos nos llevaría a Hatunpampa, lugar de nuestro almuerzo con una súper vista del nevado Tres Picos. Almuerzo, mate de coca, y quedamos listos para la última sección del día hasta Wanu Wanu. Esta sección del camino es muy bonita y sencilla. Un camino casi plano permite disfrutar de vistas de caídas de agua; rebaños de camélidos y cerca a las morrenas, se pueden apreciar vizcachas, roedores andinos que lucen como un conejo con cola de ardilla.
Ya en el poblado de Wanu Wanu a 4657 msnm, es que caímos rendidos y solo esperábamos la hora de la cena para descansar la mayor cantidad de horas, minutos, segundos antes de empezar el día siguiente. Cenamos y nos fuimos a dormir.
Luego de cerca de 10 horas de sueño y descanso es que despertamos y al salir de nuestras carpas, oh sorpresa!!!, había nevado. Dentro de mi carpa y bolsa de dormir estaba tan caliente y cómodo que no me di cuenta de la nevada. El paisaje estaba todo de blanco y el clima no lucia muy prometedor, así que después del desayuno reiniciamos la caminata con dirección a nuestro último desafío llamado Abra Jampa sobre los 5082 msnm. Nos cruzamos con otro grupo pequeño de caminantes e intercambiamos con ellos los eventos de nuestras caminatas. Al parecer todos estábamos pasando un tiempo genial. Ya en el Abra Jampa, fue grande la sorpresa cuando al mejorar el clima y se retirarse las nubes, se pudo observar con toda claridad las cordilleras de Urubamba y Vilcabamba con sus montañas nevadas como el Salkantay, Wakay Willka, Chicon........un poco de geografía sagrada.
Pasada el abra, el camino hasta nuestro campamento en los baños termales de Pacchanta a los 4347 msnm sería cuesta abajo y más sencillo. Pero al sentirse un poco agotada, nuestra amiga M.L. decidió que era hora de montar el caballo de silla que teníamos a disposición para cualquier eventualidad. Llegamos al campamento listos para el almuerzo que era una deliciosa y nutritiva Pachamanca........No lo pensamos dos veces y disfrutamos de un suculento almuerzo, con el infaltable "repeticua". Descanso, baños termales, cena y listos nuevamente para dormir la mayor cantidad de horas ya que estábamos cansados y al día siguiente, por lo fácil y corto del recorrido que nos esperaba, ya no era necesario levantarnos temprano.
Se terminaba nuestra caminata a medida que nos acercábamos al pueblo de Tinki, punto final de seis días en las tierras altas del Apu Ausangate.
Alcanzamos alturas donde el espíritu humano se empequeñece, donde falta el aire pero deseas estallar de jubilo, donde el estar más cerca al cielo te humaniza, donde al estar más cerca de tus ancestros hace que te encuentres a ti mismo....... donde te das cuenta de que solo eres tu mismo en unidad con la inmensidad del universo. Como siempre sucede, cada caminata por el Apu Ausangate se hace inolvidable y uno desea volver a la brevedad posible; pero esa ya es otra historia que les contaremos.......
Visita: http://www.pachatusantrek.com/english/program.php?tour_code=AU01
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