Caral, el inicio de un largo camino civilizatorio en los andes del Perú
Hace unos 5000 años aproximadamente, empieza en la costa de la región Lima – Perú, en el valle del río Supe, la construcción de la civilización más antigua de América (2600 años A.C.). Esta fascinante civilización fue desarrollada en paralelo con otras similares en nuestro planeta como Egipto, Asia, Mesopotamia y Centro América. Todas estas tienen como factor común la
superposición de otras culturas posteriores, dificultando el estudio y entendimiento del por qué de su comienzo.
Con Caral sucede algo único. Luego de su apogeo que solo tiene una duración de mil años, es abandonada; posiblemente por efecto del fenómeno del Niño o una conquista militar. Eso no lo sabemos. Este abandono de la ciudad permite a los arqueólogos un estudio más claro de sus orígenes, cosa que no sucede con las otras civilizaciones desarrolladas en la Tierra.
Una característica en común con estas otras civilizaciones, es la arquitectura monumental como las pirámides egipcias, la gran muralla china, el Partenón griego entre otras. Dentro de estas mega estructuras hay evidencias arqueológicas de sucesos de guerras, que se supone es el factor que obliga a los grupos étnicos a asociarse y dar el gran paso hacia el proceso civilizatorio. Se entiende como este proceso, a la agrupación masiva de gente en una gran ciudad, dirigida por un grupo de élite quienes ordenan distintas funciones a la población para alcanzar objetivos en común.
En el Perú también se dan representaciones de guerra en la arquitectura monumental, como sucede en Cerro Sechín. Magnífico sitio arqueológico ubicado en el valle del río Casma, igualmente en la región Lima. Otro ejemplo que podemos mencionar está ubicado en la costa norte del Perú, lugar donde se desarrolló la cultura Mochica; donde se rendía culto a la divinidad
de el “Degollador”, a quién se sacrificaban los guerreros vencidos por este grupo étnico.
En Caral encontramos también arquitectura monumental (5 pirámides), plazas ceremoniales, un onfalo (monolíto que indíca el centro de su universo), arte pictórico (petroglífo que representa el dios de los báculos), quipus (artefactos de contabilidad), cerámica, hornos (¿metalúrgicos?), instrumentos musicales, artefactos de pesca, restos de plantas (como achiote, semillas de coca, semillas de algodón), entre otros. Algunos de estos restos de plantas no corresponden al piso ecológico donde esta ubicada Caral (180 Km. al norte de Lima y a 26 Km. de la línea costera hacia los andes, aproximadamente a 350 msnm.). Otro descubrimiento importante es el de redes de pesca hechas de algodón tan lejos del océano. También se ha descubierto una momia de un niño de dos meses de edad que no muestra evidencia de haber sido sacrificado, todo lo contrario, pareciera que fue enterrado cuidadosamente como a un ser amado.
Pero en Caral no se han descubierto evidencias de armas, sitios fortificados o presencia de un ejercito; ni siquiera en los valles aledaños. En su arquitectura tampoco se han observado frisos o representaciones de actos de guerra. ¿Cuál fue la motivación de este foco civilizatorio?
Todo parece indicar que Caral fue construido como un centro mágico – religioso (y toda la ciencia que esto conlleva) y comercial. La presencia de estos restos de plantas foráneas, que algunas tienen propiedades psicotrópicas (propias de la selva a cientos de kilómetros de distancia) y redes de pesca hechas de algodón, hacen pensar en un comercio intensivo entre Caral, la línea costera y la selva amazónica.
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